LOS VALORES DE MYRIAM GRASSI X KIMOA LAB02

Myriam Grassi con 26 años y residente en Versilia (Italia) empezó a nadar a los 7. A los 11 decidió que un solo deporte no era suficiente, y también se lanzó a la pista practicando atletismo . A los 14 años añadió una disciplina extra: el ciclismo.

Y así empezó a hacer triatlón, el deporte en el que se ha formado y que la acompaña hasta el día de hoy.

Actualmente lo practica a nivel amateur, ya que entre trabajo y estudio encontrar tiempo y fuerzas para hacer dos entrenamientos al día es realmente difícil aunque en su perfil de redes sociales, @myriamgrassi_tri, se puede sentir la pasión que siente por ello. .

Lo bonito, según sus propias palabras, del deporte que practica es la variedad entre tres disciplinas, perfecta para una persona que se cansa de la monotonía . Otro aspecto positivo es la práctica al aire libre (aparte de nadar en la piscina cubierta en invierno) y, por supuesto, los compañeros de entrenamiento dispuestos a compartir el esfuerzo.

Entre sus hitos se encuentran los resultados obtenidos que valieron la pena para varias convocatorias en la Selección Italiana, una medalla de bronce en la categoría de relevos a nivel europeo y otras convocatorias a competiciones internacionales. También ha sido campeona de Italia en su categoría, tanto en triatlón como en duatlón.

Entre sus hábitos diarios, nunca pierde horas de sueño ya que los entrenamientos son intensos y existe la necesidad de recuperación. Es importante recuperarse bien, sobre todo después del entrenamiento, además de divertirse también forma parte de su filosofía.

A la hora de vestir, para andar en bicicleta y correr, le gusta tener ropa bastante visible en cuanto a colores ya que el ciclismo sobre todo puede ser un poco peligroso cuando se practica en vías con mucho tránsito. En invierno, opta por ropa que la mantenga abrigada pero no demasiado. Y sobre todo, prendas que sean cómodas y ahorren espacio. En sus outfits no faltan las gafas Kimoa LAB02 que utiliza para sus rutas en bicicleta , que ella define como espaciales, tanto por su peso, ultraligeras de sólo 22gr , como porque protegen el ojo del polvo en caso de viento y de los diversos reflejos que a veces se crean en el camino por el sol.

Finalmente, una palabra y valor que la define, sin duda, es PASIÓN, que la ha impulsado a lo largo de los años a seguir formándose y que ahora es también su trabajo. Una pasión que espera transmitir a las personas a las que forma.