Se trata del mural más grande jamás realizado en la ciudad, para deleite de los transeúntes que cada día circulan por la emblemática Times Square, donde Kimoa no pudo resistirse a estar presente. El propio autor ahora nos contará más sobre este proyecto.

Domingo Zapata y su gran mural “La vida es un sueño”

Fue propuesto por los propietarios del One Times Sq. Building, la empresa Jamestown, con la que ya había trabajado el pintor Domingo Zapata. Pusieron sobre la mesa la idea de crear una instalación artística épica para todas las personas que visitan la zona, pues la cantidad de personas que circula por este lugar a lo largo del año puede alcanzar la estratosférica cifra de más de 100 mil transeúntes.

Tenía a su disposición 3.000 m2 para ser intervenidos desde altura, lo que presentaba el desafío de tener que trabajarlos a 100 metros del suelo . Pero fue un desafío que Domingo Zapata aceptó sin dudarlo.

Desarrollo del proyecto “La vida es un sueño”

Durante cuatro intensas semanas, el pintor junto con su equipo de 25 miembros , dedicaron su tiempo al desarrollo de las celdas cuadriculadas del cuadro, 6 en total, para dar forma y color a un espacio tradicionalmente utilizado para colocar anuncios. En esta ocasión se abordó este espacio desde un punto de vista artístico. El famoso oso panda, firma de Domingo Zapata, se integraba abrazado a una tabla de surf Kimoa . Dado que este pintor mallorquín diseñó sudaderas con capucha , gafas y gorras para la marca , este también era un auténtico emblema de la marca.

Algunos problemas mientras trabajaba en “Life Is a Dream”

A pesar de la satisfacción por el trabajo bien hecho, Domingo nos cuenta algunos de los momentos más difíciles que vivió a lo largo de los 28 días que la ciudad de Nueva York fue su estudio.

Por ejemplo, el hecho de estar expuestos a unas condiciones meteorológicas muy adversas durante tantos días trabajando al aire libre, o desgracias como el día que tuvieron que permanecer 3 horas atrapados a 85 metros del suelo , sin posibilidad de ser rescatados porque la grúa paralizado por un fallo eléctrico, sin olvidar las grandes dimensiones del proyecto, tanto en altura como en anchura, que hacían muy complejo el cálculo de la perspectiva o de su composición. Sin embargo, logró solucionar todos los problemas exitosamente, dejando expuesta al público su obra para el disfrute de todas las personas que por allí pasen hasta finales de febrero de 2020.

Luego de esta hazaña, Domingo reconoce sentirse feliz por haberlo logrado, pero tiene muchas ganas de hacer más y mayores trabajos, aunque uno de sus proyectos inminentes es disfrutar de la semana de la moda de Nueva York , que se llevará a cabo este mes de septiembre y otro más. una es inaugurar una exposición en Tokio, donde el pintor mostrará, una vez más, su arte colorido e irreverente.